España tuvo la oportunidad de cambiar su modelo productivo, a mi juicio. Durante la legislatura de Aznar, cuando el lema era “España va bien”, vivimos el momento para hacerlo. La pena fue que España iba bien porque el inmobiliario subía y los extranjeros sabían elegir su lugar de vacaciones, resumiendo mi opinión.
¿Hubiera sido el momento ideal para diversificar nuestro modelo productivo? Creo que sí, y con programas como Start-up Chile lo consigues.
Una vez oí a alguien decir que nadie conseguía crear un Silicon Valley en su país porque la gente intentaba replicar un lugar y, sin embargo, ese valle es un concepto.
Pues bien, creo que Start-up Chile sabía esto. No digo que lo haya conseguido porque solo tiene 10 años pero, al menos, puedo afirmar (por lo que sé, por lo que he visto y por lo que he oído) que no están replicando un lugar sino mucho más que esto.
En estos 10 años han captado 17 veces la cantidad que invirtieron y han creado 2.000 empresas. ¿Os imagináis la cantidad de riqueza presente y futura que esta iniciativa va a generar? Pero no solo esto, sino que, además, ha sido replicado en 50 países más. Es decir, han contagiado de una “buena práctica” a 50 lugares más. Decir también que esta capacidad de réplica tiene un impacto social en sí. No es solo que existas, sino que además haces que la gente lo vea y lo imite; no solo creas impacto directo sino que motivas a los demás a generar impacto también.
Como reflexión final, creo que deberíamos, como consumidores, elegir empresas que no solo hagan el bien sino que además lo compartan. Muchas veces me encuentro con que me piden firmar NDAs (contratos de confidencialidad). Mi opinión (con perdón): muerte a los NDAs, compartamos con orgullo nuestro conocimiento, como hemos hecho con la vacuna y seremos todos más ricos (los ricos y los pobres). Además compartir nuestro conocimiento constantemente nos hace tener que batirnos a nosotros mismos y al mercado, trabajamos sin margen de seguridad como empresa. Hagamos que nuestro ingenio supere a nuestras patentes, el mercado lo agradecerá.
Mientras escribo esto me acuerdo de Tim Berners-Lee que descubrió otra vez el fuego y lo compartió con todos nosotros.
Alejandro de León