Pues resulta que mi mujer estudió en Reino Unido gracias a un préstamo de 9.000 libras que le dejan devolver en 30 años, casi sin intereses, sin avales y que solo repagará si trabaja.
Vuelvo a la broma tonta de Obelix pero ¿están locos estos ingleses?
¡NO!
El que lo ideó ha contribuido a la riqueza salvaje (en el buen sentido, por favor) que ha logrado Londres. Superando incluso a New York como capital del mundo en los últimos … ¿20 años?
El objetivo de esta iniciativa no es no tener impagos bajos ni diseñar un proyecto viable económicamente. La genialidad del objetivo es captar talento por 9.000 libras.
Los beneficios directos para el país son los siguientes:
- Jóvenes talentos deseando trabajar y competir por llegar a la mejor empresa.
- Elevación del nivel de las clases por razones de talento, otra vez, pero también por diversidad.
- Oportunidad de las empresas inglesas de acceder a este talento cuando aún es “asequible”.
Y los beneficios indirectos serían:
- Revitalización de ciudades donde hay universidades (con apoyo al pequeño comercio y la economía en general).
- Mejora y competencia de las universidades inglesas.
- Oportunidad para zonas abandonadas de apostar por la educación para hacer crecer a la ciudad.
Esperemos que el Brexit no lo estropee.
Alejandro de León