Los más viejos del lugar recordarán aquel “nos conviene que haya tensión” de Zapatero y para el que no lo recuerda, aquí tiene el link. Sin embargo, no creo que toda España sea como Zapatero, no creo que toda España quiera crispación y quiero pensar que la gente quiere olvidar la guerra civil de una vez por todas.
Vuelvo a mi admirada Ruanda para reivindicar que necesitamos un comité de la concordia que nos permita de una maldita vez volver a no hablar de Franco. Franco disfruta en su tumba cada vez que un inepto le menciona, de un lado o de otro.
¿Por qué no un comité que busque una solución para “perdonar y progresar” como hicieron en Ruanda? Que estén todos los partidos y pacten no hablar más de la Guerra Civil, de derechas fachas ni de izquierdas comunistas.
Olvidemos las dos Españas y seremos más felices y más prósperos.
Ruego lean esta noticia que titula “Por qué perdoné al asesino de mis hijos”
Como indica mi admirado Pinker en “Los ángeles que llevamos dentro”, hay un papel fundamental en la reducción de la violencia y, por tanto, de la tensión por parte del gobierno. Necesitamos un país sin odios, necesitamos que nuestros hermanos dejen de pegar garrotazos goyescos y empezar a construir desde la tranquilidad.
¿Por qué lo veo necesario? Por dos razones:
- Es horrible (primera y más importante).
- Cuesta dinero al contribuyente.
La primera razón la entendemos todos, que haya odio es un espanto.
La segunda la explicaré brevemente. No se puede cambiar el plan de estudios cada 4 años, no se pueden dar subvenciones para tapar y destapar muertos en el armario, no se puede politizar el sufrimiento y el dolor. Porque pagamos impuestos para proteger al débil, a quién lo necesita e incluso lo merece, no para financiar el odio y la crispación.
Alejandro de León