Leo con atención que Noruega ha conseguido que el 65% de los coches que se venden allí sean eléctricos. Lo ha conseguido a través de medidas penalizadoras que, aunque efectivas, me resultan facilonas.
El razonamiento inicial sería que en Noruega son tan ricos que se lo pueden permitir; y quizá tienen razón.
Sin embargo, vengo a proponer otra cosa.
¿Por qué no permitirle al usuario de un coche eléctrico desgravar los kilómetros que ha hecho tras un año?
¿Se lo merecería? Analicémoslo:
- El efecto sería positivo para la transición de petróleo a electricidad.
- Incitaría a la gente a jubilar su diesel y cambiar de coche. Esto evitaría emisiones y aceleraría la venta de coches.
- Mitigaría el coste que el ciudadano soporta por las políticas climáticas. Lejos de posicionarme en contra de las mismas, creo que pueden resultar demasiado caras para el que menos tiene (ciudadano o país).
Quizá queda una parte suelta que es cómo afronta el comprador la compra del vehículo.
Aquí propongo lo siguiente: que el que entregue un coche viejo reciba una contraprestación y que el ICO, por ejemplo, avale parte de la compra en caso de cumplir ciertos requisitos medioambientales, tanto para empresas como para particulares.
Por último, decir que escribo esto lejos de politizar el asunto. Con o sin cambio climático, un coche eléctrico será mejor que un coche no eléctrico en el medio plazo. Estamos codificados para que nuestra mejor alternativa en el 99% de nuestras acciones sea ser responsables, por esto hemos llegado hasta aquí como especie.
Alejandro de León