Una de las bases del pensamiento de Sócrates es lo que hoy se conoce como “intelectualismo moral”. Esto viene a ser algo tan sencillo como si conoces el bien obrarás mejor que si no lo conoces. No digo que esto sea directamente proporcional, porque entonces los jueces serían mejores personas que los no jueces, o los filósofos serían mejores personas que los no filósofos y eso no tiene sentido de manera absoluta. Sí, de manera relativa o aproximada. Por explicarme, es igual que la gente que conduce a 100 km/h tiene menos accidentes, de media, que los que conducen a 200 km/h.
Y siguiente tema bajo la misma reflexión ¿Sabe un niño-soldado en Guinea-Bissau que matar está mal de la misma manera que un niño en el barrio de Chamartín en Madrid? evidentemente no, la educación de una democracia como España enseña al niño a ser bueno, con sus defectos, siempre con sus defectos. ¿Puede salir Charles Manson de un colegio público de Chamartín? seguro, pero no es lo normal.
¿Tiene más posibilidades un niño de ser soldado en Birmania en 1940 que hoy? evidentemente, somos prisioneros de nuestra época, de la que nos toque vivir. Por esto para mi tiene sentido cuando Hannah Arendt escribía: me gustaría preguntarles a los alemanes qué pensaban durante el nazismo. Ella defendió, con valentía, que el nazismo no fue un problema “moral” sino más bien una manipulación transitoria de la conciencia de un país. La complejidad del mundo que vivimos, la propaganda, el miedo, …hace que en Alemania hubiera más “nazis” que “Oskar Schindlers” por tirar un ejemplo rápido. Haber sido “nazi” en el 30 no es igual que ser “nazi” ahora. Aquí radica la importancia de estudiar, de pensar, de aprender, de contemplar en el sentido aristotélico. Por esto, además, tenemos que ser mejores que nuestros padres y exigir a nuestros hijos que sean mejores que nosotros, porque hemos tenido más herramientas para serlo, únicamente.
El gran “manual” ético y que usamos en nuestro día a día es “Ética a Nicómaco”. Elijo escribir “usamos” porque la realidad es que vivimos tal y como Aristóteles explicó en su libro, y aunque no lo hayamos leído os puedo asegurar que nos lo han intentado enseñar en el colegio, en la medida que han podido.
¿Es mejor persona quién lee “Ética a Nicómaco” alguna vez en su vida sobre el que no lo lee nunca? no, no tiene por qué, no se puede aislar la ética, ni siquiera comparar éticas. Pero ¿Será mejor persona alguien que lee ese “libro de instrucciones universal” después de leerlo? Quiero pensar que sí, quiero pensar, o elijo pensar, que el modelo es Atenas con sus defectos antes que Esparta, igual que pienso que el modelo es la OTAN con sus defectos antes que Rusia. Y quiero, por último, pensar que somos OTAN porque fuimos Grecia.
Alejandro de León