Escribo esta idea motivado por dos razones. Primero, un compañero de trabajo me comentó que su clase favorita del colegio consistía en leer el periódico cada día. Y segundo, hay una frase que Fernando Savater dijo en una charla en la que estuve el otro día, que ahora desarrollaré.
Sin más preámbulos, la frase de Savater venía a decir que leía el periódico porque le gusta enterarse de las cosas que le atraen, pero también de aquellas que no le interesan.
Aquí veo dos bases para la tolerancia:
- Leer cosas que necesariamente no te interesan.
- Estar abierto a que te empiecen a interesar.
Esto es también la sociedad abierta que soñaba Popper.
Hoy las redes sociales nos convierten en esclavos de nuestras creencias y por extensión esclavos de las propias redes. El periódico tal y como lo conocemos es un modelo de lectura más noble, te vas a encontrar lo que el editor del mismo haya pensando que puede interesar a sus lectores.
La segunda es leer a quien no te da la razón, como método infalible para hacernos mejores ciudadanos al final de camino. No necesitamos reforzar nuestros pensamientos si realmente son pensamientos, el ejercicio es ponerlos en tela de juicio para dudar y generalmente cambiar, ligera o totalmente, de idea. El resto es dogma y no viene al caso aquí.
Resulta que ambas cosas están en la lectura de un periódico y no se me ocurre mejor manera de ampliar los horizontes que convertirlo en un hábito lo antes posible.
Alejandro de León