Sobre el encarcelado

En 2022 murieron 48 reclusos en cárceles españolas. España pasa por ser unos de los países con más suicidios en cárceles en Europa. Tenía ganas de completar esta idea, con  otra que hice al inicio de este proyecto sobre las cárceles nórdicas, la 21 concretamente.

¿Están esos reclusos perdiendo el sentido de su vida?

Leo en la noticia, que me lanza definitivamente a escribir esto, un comentario de una encarcelada, que dice que el curso de alfabetización de la Fundación Prolibertas le salvó. Esto, unido al testimonio de un médico que habla del sentimiento de culpa, me hacen plantearme lo siguiente: ¿estamos tratando al recluso como deberíamos? Y aquí hablo desde el punto de vista moral pero también desde el punto de vista utilitario, que como anticipa Adela Cortina (profesora de ética, autora de “Para qué sirve la ética”), tan acertadamente, “deben” terminar siendo lo mismo cuando nos referimos a una cuestión ética. La profesora, como he comentado en pasadas “ideas” habla de una ética que termina siendo mejor para la “polis” y además rentable para la sociedad. Aquello de “si te parece cara la prevención, prepárate para lo que cuesta la enfermedad”. 

Sospecho que la solución privada puede tener sentido. 

Fundaciones que te formen y te intenten curar, empresas que te abran sus brazos, un “mercado receptivo» a la reinversión. ¿No debería ser el leitmotiv el afanarse en prestar servicios útiles al vecino? La realidad es que tanto el comentario del analfabetismo como el del sentimiento de culpa, podrían verse “corregidos” si el recluso siente que es útil otra vez. Si el recluso siente que pertenece a un mercado y que tiene un hueco ahí. Todo el mundo entiende que no hablo de violadores o asesinos sino de la gran mayoría que están por hurto o delito contra la seguridad vial, fundamentalmente.

Aquí se me ocurre la tecnología, ese as en la manga, como solución para esta gente. Formar tecnólogos, del tiempo que sean, puede acercar al delincuente a llegar a ser quién lleva dentro. Y el teletrabajo, ese otro as en la manga y gran aliado, porque la reinserción puede llegar estando aún encarcelado.

Alejandro de León

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