«En tiempos de guerra son los padres quienes entierran a los hijos».
Herodoto
“Si subimos el salario mínimo la gente tendrá un salario más digno”.
¿Qué podría fallar, verdad?
Pues bien, el Banco de España, órgano que no tiene ningún interés en publicar noticias viciadas, calcula en 100.000 el número de empleos destruidos por esta medida que tan bien suena.
El SMI tiene varios problemas e intentaré ofrecer algunas soluciones que eviten, en cierta manera, los grandes daños que ya ocasiona a las economías.
(*) Conste que yo lo quitaría pero no lo veo factible tal y como concebimos los estados europeos a día de hoy.
Problema 1: ¿Quiénes son los políticos para decir qué es digno y qué no?
Pensar que 1.000 euros son dignos y 1.100 euros no, es creerte Prometeo e intentar jugar a ser un dios que sabe lo que piensa el prójimo o, peor aún, qué es lo mejor para el prójimo.
Problema 2. ¿Un salario “digno” en Madrid es igual a un salario digno en Extremadura?
Evidentemente no. En caso de poder decidir qué es digno, Madrid es la comunidad autónoma más cara y Extremadura la más barata. Adjunto datos abajo.
Problema 3. Si alguien piensa que la solución para el paro juvenil (estadística que lideramos en Europa) es subiendo el Salario Mínimo, no ha entendido nada o no ha estudiado nada.
Una persona que termina la carrera solo puede “superar” a un empleado con 10 años de experiencia porque cuesta menos a la empresa, no tiene otra herramienta para “batirle”. Poner un mínimo ahoga al joven porque le deja sin armas para competir con quien ya ha cogido experiencia. Con el mismo coste, siempre se elige al experimentado; y con razón.
Aún recuerdo el ejemplo tan clarividente de Friedman, cuando decía que si establecemos un salario mínimo permitimos al machista ser machista y al racista serlo igualmente. Por ejemplo, sin salario mínimo, cuando una mujer ofrece un servicio más barato que el hombre en cuestión, le causamos un perjuicio al machista porque, a igualdad de condiciones, le va a salir más caro ser un indeseable machista. Adjunto vídeo también, da gusto oírle.
¿Cuáles serían mis soluciones?
Primera. Si tuviera que haber un SMI, sin duda, que fuera en función de los años cotizados. Quien sale de la carrera debe poder competir con el resto y el SMI “nacional” le desarma.
Segunda. Ajustarlo, al menos, por comunidades, así Extremadura tendría un SMI más bajo que Madrid. Lo que, además, ayudaría con la España vacía, ¿no? El empresario diría “contrato más barato en Extremadura, prefiero contratar allí” y el empleado diría “me voy a Extremadura que me cuesta menos vivir”.
Tercera. Para la tercera dejaré una mini-reflexión con ruego:
“Querida” casta política:
Ruego no analicen los impuestos por sus intenciones sino por sus resultados.
A la clase trabajadora, como dicen ellos, lo que les afecta es el resultado final, la conciencia del Ministro de turno no salva vidas, aunque dé votos.
Céntrense en el ser y no en el deber ser.
Alejandro de León