Hubo un tiempo en el que cuando preguntabas a un abogado en qué punto estaba la ley Sandbox te decían: “no la han sacado, el gobierno está centrado en Cataluña”. Para los interesados, aquí tenéis detalles de la ley Sandbox.
No quiero decir que me resulte más interesante para la prosperidad de un país la ley Sandbox que el incesante conflicto con Cataluña, así que si me permiten la broma, me limitaré a pensarlo pero no decirlo.
Ahora bien, ¿cuál es mi idea?
Que no solo exista un “Sandbox” para la transformación digital sino que ante el mundo que nos acecha, toda la legislación nueva comience en un Sandbox. Propongo un “sandbox” general que diga: monta tu negocio, haz la disrupción y déjanos tiempo para regularlo. Repito, no intervenirlo, regularlo.
El mundo evoluciona cada día más rápido, como explica “La ley Moore”. Necesitamos un gobierno que crea en la sociedad abierta que propone Popper, no me cansaré de decirlo. Necesitamos un gobierno abierto al cambio y a la crítica, es decir, abierto a que las cosas ocurran para luego regular en función de cómo ha sucedido. Necesitamos lo que está haciendo Barcelona con Airbnb pero al revés, justo al revés. De Ada Colau podemos aprender, solo tenemos que mirar lo que hace e implementar lo contrario.
Para entender lo que digo basta con mirar este gráfico y ver cómo están evolucionando las cosas las últimas décadas, y esto solo va a acelerarse, sobre todo, porque cada día vivimos mejor y no al contrario.
No podemos exigir a un legislador que sepa cómo va a funcionar el fintech. No podemos exigirle que acierte cuál será el futuro de la sociedad, sobre todo, ahora que el futuro tiene cada vez más complejidad. Pero sí podemos regular en función de las consecuencias, sin jugar a ser dioses.
El maestro en explicar esto fue Hayek en el libro que aquí recomiendo: “La arrogancia fatal”.
Sandox para todo, primero aprender y luego regular. El resto son Mesías autoproclamados como dice el maestro Escohotado.
Alejandro de León