Sobre la dichosa edad de jubilación

Esta idea, como me ocurre a veces, la escribo sin saber si estoy siendo demasiado inocente y deseo que no sea una metedura de pata. Empezaré fuerte:

¿Por qué no podemos elegir en qué año nos jubilamos una vez que hemos llegado a un mínimo?

Me explico…

Si un tío de 50 años que lleva cotizados 32 años se quiere jubilar, ¿merecería recibir lo que haya aportado? 

¿Por qué no dejamos que la gente trabaje hasta que le dé la gana a él y a su empleador? 

  • Ventaja número uno: un tipo trabajando hasta los 80 años y cotizando hasta esa edad, genera de media más que un trabajador de 20 o de 30 años – ya que estadísticamente su hora cotiza más.
  • Ventaja número dos: escalonamos e incluso prorrogamos la edad de jubilación de manera que la (no) hucha de las pensiones sufre menos.

Casi todo el mundo entiende que las pensiones son una suerte de “estafa piramidal”. Ya que esto es así, al menos, dejemos que los pagos se hagan escalonados y reduzcamos el déficit de los siguientes años. O, al menos, ganemos tiempo. 

Pido, por favor, que las decisiones sobre jubilación las tome un gobierno “de progreso”. Sería insoportable escuchar a la Pablo Iglemesías atado con cadenas al Congreso reclamando una edad de jubilación “justa”, entendiendo por justa lo que se invente ese día.

Alejandro de León

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