Un portal de transparencia como Dios manda

Pensaba hacer esta reflexión sobre la transparencia. Sin embargo, el estudio que hace mi amigo Luis Espinosa sobre los objetivos que debe tener Lasso me viene de perlas para explicar a qué me refiero.

Aquí lo podéis ver. Os lo recomiendo porque creo en las cosas que protegen al débil: el PIB, el desempleo, el índice de libertad, la facilidad para hacer negocios, la apertura comercial, la corrupción o el riesgo país.

Si habéis visto el link, aunque sea por encima, os pregunto: ¿cómo es posible que votemos a un gobierno que no nos da una hoja de ruta clara y concisa? 

Y ligada con la primera pregunta, llega en consecuencia la segunda: ¿cómo podemos dejar que un gobierno dirija sin fiscalizar aquello que prometió? 

Esto me recuerda a lo que el profesor Jason Brennan, en su libro Contra la Democracia, se refiere a ser “un hooligan votando”: gente que vota sin pensar las consecuencias como el que apoya a su equipo de fútbol. La realidad es que hasta que no obliguemos a un gobierno a proponer alternativas sensatas y a cumplirlas, no seremos lo que Brenna se refiere como “votantes vulcanianos”. 

La realidad es que cuando oigo a mi gobierno decir “será la reforma fiscal más justa de la historia de la democracia” o “subiremos el SMI 15 euros”, lo único que puedo pensar es que esta gente o está intentando engañarnos, lo que sería el peor escenario, o simplemente gobierna con su mejor intención, pero solo para su conciencia. No en base a ningún tipo de análisis de las consecuencias.

Por ejemplo, creo que Yolanda Díaz es una buena persona, que quiere defender a los débiles. ¿Pero sabrá que el SMI destruye empleos? Quizá no. Sin embargo, su conciencia le dicta que el salario debe ser más alto, sin importar las consecuencias. Peligro. 130.000 puestos destruidos, según el Banco de España.


PD: No suelo hacer reflexiones finales pero ¿cómo podemos ser tan bobos de reclamar transparencia a las ONG o las empresas pero no a los gobiernos?

Alejandro de León

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