“No podemos fiarnos de los fondos de inversión porque quieren ganar dinero”, vino un día a decir la Ministra Yolanda Díaz cuando Pedro Sánchez se reunió con grupos de inversión en EE.UU.
Dos cosas al respecto:
- Innecesario pero lo confesaré: Yolanda Díaz me cae bien. Estoy en las antípodas de su pensamiento, me parece una indocumentada para ser Ministra, una mujer que ni siquiera entiende cómo funcionan las fuerzas del mercado y es Ministra de Trabajo. Sin embargo, me parece una buena mujer que quiere lo mejor para España (lo que se llama “una mujer de Estado”, creo yo) . Cosa que no se puede decir de todos los Ministros, ni del Presidente al que recrimina, por cierto, en cuanto se desvía de ayudar al pueblo.
- Los “fondos” como ella indica son intermediarios (gestores), no son los dueños del dinero que gestionan. Estos gestores siguen directrices que son “acordadas” previamente por los “dueños del dinero” o partícipes. Indico esto porque si los fondos no dan rentabilidad, “no ganan dinero”, dejarán de ser atractivos para sus partícipes. Por la misma razón, si deben invertir en países con peor regulación (o riesgo regulatorio) se pueden ir a cualquier otro país del mundo. El dinero elige donde quiere “estar”, no sé si esto es bueno o malo, si es justo o injusto, lo que sí tengo claro es que esto es y seguirá siendo así.
Echar la culpa a un fondo de querer ganar dinero es como echar la culpa a Yolanda Díaz por hablar en prosa. Con esta broma, mi pequeño homenaje a Friedman sobre su paper.
Aunque la Ministra no lo entienda, atraer inversión es fundamental para uno de sus cometidos, crear empleo. El dinero que aporta un fondo invirtiendo en activos permite a las empresas con las que compartirá el activo crecer. Para crecer hay dos maneras fundamentalmente: tecnología o personal; y ambas crean empleo.
Es necesaria una regulación que apoye a estos fondos que demuestran que tienen la capacidad de mejorar nuestro país de muchas formas, una verdaderamente clara: creando empleo. Nada tiene la capacidad que tiene el capital de emplear a gente salvo el ingenio, y el ingenio solo es capaz de crear este empleo una vez que transforma éste en dinero a través del mercado.
El resto de alternativas que se han probado para crear empleo sin acudir al mercado han traído dos cosas inmediatamente: pobreza y hambre. A veces, temo que la Ministra no sabe algo tan básico como esto.
Alejandro de León