Esta idea no estaba prevista pero creo que puede ser bueno hacer una sobre el tema. Empezaré con dos statements, quizá demasiado duros, pero ando estos días soliviantado ante algo que no había vivido el mundo desde las dos bombas nucleares.
- Quien solo critica estos días a la OTAN me parece un depravado. Sí, los hay. No lo puedo soportar, me parece un ejercicio demasiado elevado de hipocresía.
- Quien compara a Trump con Putin ha contribuido a esta historia de manera directa. Es la equidistancia la que hace débil a Europa y fuerte a ese asesino. Cuando digo Trump es porque me sale directo del estómago, podría decir Biden, no quiero pararme aquí.
Desde la próspera Europa deberíamos dejar de obviar los logros conseguidos, resumidos en nuestras democracias liberales. Lo diré otra vez, comparar a un pacifista (estadísticamente hablando) como Trump, con un asesino como Putin es estropear lo que empezó con el discurso fúnebre de Pericles y acaba en nuestros días con, por ejemplo, Angela Merkel.
Seremos democracias con mil problemas. La seguridad social será cara y piramidal, la educación será pública y controlada por el estado o el Ministerio de la Igualdad más bien fomenta la desigualdad (me remito al link para quien se sienta violentado). Pero hemos llegado hasta aquí porque hemos confiado en un sistema que ya visualizaba en sus clases el mismísimo Aristóteles. Hemos creado un sistema que consigue reducir la violencia y, aunque profunda, profunda, profundamente ineficiente consigue que en vez de guerrear nos dediquemos a comerciar (gracias Escohotado, como siempre y por tanto).
Dicen que de aquí solo nos puede salvar la negociación de China. No duden que si la hay es porque China sabe que es más rentable comerciar que guerrar.
Así que un poco de metafísica aristotélica es lo que necesita el mundo estos días. No hay mayor afrenta al hombre que sentó las bases de paz que hoy disfrutamos, Aristóteles, que la posverdad y la equidistancia. Ni Trump es Putin, y el que los compare no tiene vergüenza, ni Aznar o Zapatero son Otegi y lo mismo, y, por supuesto, ni una invasión es una guerra. Esto, sobre todo.
Ahora a futuro tres cosas sencillas:
- Recordar el pasado.
- Nucleares y renovables con ganas e ingenio.
- Volver a los griegos que se inventaron la democracia para poder vivir en paz.
Alejandro de León