La que debería ser la decisión más importante del gobernante

Sospecho que ya he dicho varias veces lo primero que haría si yo gobernara. A riesgo de ser incoherente, introduciré un matiz: creo que esta decisión debe ser la que el gobernante tenga en la cabeza desde el día uno.

¿No creéis que los pobres no deben pagar impuestos?

Es decir, yo no quiero un Estado que de mis impuestos muerda una parte, se la quede y luego se la gaste en tauromaquia sí o tauromaquia no. Quiero un Estado que haga que los más débiles no se queden atrás. Parece una obviedad pero es que vivimos en una socialdemocracia que no tiene sentido, así que necesito de vez en cuando volver a conceptos evidentes.

Elijo que si me quitan, al menos se lo den al que lo necesita. No quiero nada de ellos, solo que me den un número de cuenta y que me expliquen qué hacen con mi dinero. Desgraciadamente la segunda petición es imposible que la cumplan. 

Ahora bien, y en modo reducido al absurdo: ¿Por qué si lo que quieres hacer es apoyar a los pobres les pides que paguen? Y ahora, algo de sospecha: ¿no será que están haciendo de la vida política una razón de ser? Y sigo con la sospecha: ¿no será que esta panda en vez de proteger se ha convertido en una élite extractiva de nuestra riqueza? (Falcon a Doñana, por ejemplo).

Tristemente, entiendo que sí. Si yo fuera una Ayuso de turno diría: Sres, vengo con una intención, defender vuestros intereses hasta tal punto que los más vulnerables no pagarán impuestos. 

Ya está, así de fácil. 

¿Y cómo lo voy a lograr? Con un Estado tan pequeño, tan eficiente y tan honrado (parece que no, pero estas tres solo se entienden seguidas) que con los impuestos del 70% más rico podremos proteger al 30% más pobre. 

Nunca una premisa fue más sencilla de proponer, ni más fiscalizable para el ciudadano.

Alejandro de León