Mi idea 12 iba de esto, ya lo sé, prometo aportar algo nuevo a la idea.
Recapitularé para el que tenga pereza de leer el link. El salario mínimo no puede llamarse “salario digno” porque entonces le estamos dando la responsabilidad a un burócrata, de decidir qué es digno y qué no. ¡Lo que nos faltaba!
Lo segundo, es que ya que el salario mínimo puede generar paro para los más jóvenes, ¿por qué no ajustar el salario mínimo según los años cotizados? Todo el mundo entiende que, a priori, un hijo “se puede permitir” cobrar menos que el padre, cuando empieza a trabajar, por ir a un ejemplo que cualquiera puede entender. Además, si bien no está comprobado que el salario mínimo genere paro (hay un estudio de estudios en el que al parecer, un 72% de los economistas así lo defienden y un 28%, no), sí hay más consenso en afirmar que el salario mínimo no ayuda a quién debe aliviar, a los pobres. Por poner un ejemplo, ayuda más al chaval que aún vive en casa, que al padre de familia pobre.
Mi tercera apreciación iba sobre cambiar el salario mínimo y que Extremadura tenga un SMI y Madrid otro, porque en un sitio las cosas cuestan X y en otro cuestan Y. ¿Fácil, no?
En esta idea, voy a complementar las tres apreciaciones anteriores, con un ejemplo de un país al que aún no me he referido: Guatemala.
Copio textual de una página “oficial”:
“El Ministro de Trabajo y Previsión Social, Rafael Rodríguez, decidió incrementar el salario mínimo en un 4.75% para las tres actividades económicas que fueron discutidas en las comisiones paritarias. Por lo anterior, los salarios mínimos que deberán regir a partir del uno de enero de 2022 son: Q94.44 diarios para actividades agrícolas, Q97.29 diarios para actividades no agrícolas y Q88.91 diarios para para la actividad exportadora y de maquila».
Yo no estoy de acuerdo con el salario mínimo. No estoy de acuerdo con que Pablo Iglesias se ponga como si el Congreso de los Diputados fuera Mercamadrid; a enorgullecerse de haber conseguido subir el SMI de 900 a 950 euros. Esto ya no habla de la imposibilidad del cálculo económico de Mises, sino de una barra de bar con moderador y la gente diciendo “señoría” de vez en cuando.
Pero aún no estando de acuerdo con que algún político venga a “acertar” cómo protegernos, sí que, una vez que asumo que la población quiere SMI, prefiero que este sea un poco más trabajado que aquel de “ministra-lleguemos-a-950-euros” de Iglesias. Prefiero que en Barcelona y en Murcia hagan el ejercicio de ver cuánto cuestan los cosas por región, prefiero que un administrativo con un año de experiencia tenga menos SMI que uno con 40 años, básicamente, para dejar de tener un 50% de paro juvenil. Y, finalmente, prefiero y entiendo que en Guatemala digan X quetzales para el jornalero como SMI e Y quetzales para el exportador de turno.
Alejandro de León