Sophrosia del griego σωφροσύνη
La sophrosia, que nos ocupa hoy, es un concepto fundamental en la filosofía griega clásica y, como veréis en nuestra vida diaria. El concepto engloba virtudes como el autocontrol, la moderación, la prudencia o la autoconciencia. Una vez más, viendo cómo los griegos ejercieron de arquitectos de la democracia liberal como ideal.
Sócrates fue uno de los primeros filósofos en explorar la sophrosia. Para él, sophrosia implicaba la autodisciplina y la autorreflexión como medios para vivir una vida virtuosa. Sócrates enfatizaba la importancia del “conócete a ti mismo” y de controlar los impulsos y deseos para alcanzar la sabiduría. Su enfoque estaba en la autorreflexión y el autoexamen, lo que llevaba a una vida equilibrada y consciente.
Platón, discípulo de Sócrates, amplió la noción de sophrosia en sus diálogos a veces por boca de su maestro y, en su última etapa, como parte de su reflexión. Para él, sophrosia se relacionaba con la armonía entre el alma y el cuerpo, donde el alma gobernaba al cuerpo de manera justa. La sophrosia en la República de Platón se refiere a la moderación de los deseos y la razón, lo que resulta en una sociedad justa y equitativa. Este ideal se centraba en la educación y la formación de los ciudadanos para alcanzar este equilibrio.
Aristóteles, por último, abordó la sophrosia en su ética. Para él, sophrosia era una virtud que implicaba encontrar el punto medio entre los extremos de los excesos y las deficiencias. En lugar de negar los placeres, Aristóteles sostenía que la sophrosia implicaba disfrutar de ellos con moderación y autocontrol. En resumen, la sophrosia aristotélica se centraba en la búsqueda de la virtud a través de un equilibrio consciente en la vida cotidiana y, sobre todo, como parte de un camino para ser “animales sociales”.