Aidia

Como veréis a continuación, volvemos con los sospechosos habituales, aquellos que vertebraron las sociedades liberales serán mencionados a continuación. 

La «aidia» (αιδία) ocupaba un lugar central en la ética y la filosofía, trascendiendo su mera definición de modestia o reverencia. Distintos pensadores griegos exploraron esta noción, destacando su importancia en la construcción del carácter virtuoso y en la interacción social.

Aristóteles, en su ética nicomáquea, subraya la «aidia» como una virtud esencial, conectándola con la justa proporción en las emociones y la moderación en el comportamiento. Por otro lado, Platón, en diálogos como «La República», aborda la «aidia» en el contexto de la educación y la formación de ciudadanos justos y respetuosos. Además, Sócrates, aunque no dejó obras escritas, transmitió su perspectiva sobre la «aidia» a través de los diálogos platónicos, enfatizando su papel en el autoconocimiento y el cuidado del alma.

La poesía de Hesíodo también refleja la importancia de la «aidia», vinculándola con la justicia y la armonía en la sociedad. Siempre volvemos a un concepto de ciudadano y polis como dos caras de una misma moneda.

En conjunto, la «aidia» en la Grecia antigua trasciende las simples convenciones sociales y se convierte en una virtud intrínseca para el individuo y la comunidad. La diversidad de perspectivas entre Aristóteles, Platón, Hesíodo y otros destaca la riqueza y complejidad de esta noción en el contexto ético y filosófico de la época.

Alejandro de León

Deja una respuesta