Ahorrad, ahorrad, …aunque el mundo no se acabe

Esta idea cobra sentido en tiempos de la pérfida inflación. El más sútil de los impuestos que a algunos gobernantes no les llega a disgustar e incluso a algunos envidiosos les cuadra. Por favor, HOY, todos a ahorrar algo, por poco que sea, pero hagamos que el futuro sea nuestro. La otra alternativa a un futuro propio es un futuro que le pertenece por completo al Estado. MIEDO. 

Creo que existen tres maneras de pasar la vejez:

1. Como un perro, que diría Sócrates. 

2. Pendiente de la quiebra del Estado para pasarte a estado perruno (pensión pública).

3. Viviendo de tu pensión privada sin depender de nadie.

El tema se pone peor, porque para 2050 (cuando entro en edad de jubilarme), en España se espera tener una tasa de reemplazo del 47% sobre el 70%. Es decir, o ahorramos o vamos a “cobrar” la mitad de lo que cobrábamos antes. Ya han informado a la Unión Europea de que esto será así y me lo creo porque las pensiones son una estafa piramidal que necesita revisión severa.

Además, ahorrar nos permite mirar al futuro siendo el preámbulo de la inversión en el prójimo. Y es de lo que va “esto” realmente, como hemos visto en otras ideas.

¿Es España un país ideal para ahorrar?

En principio no y por varias razones bastante sencillas: 

  1. No tiene ventaja fiscal sino todo lo contrario. Con la pensión privada nos hacen pagar impuestos dos veces, no una, DOS. Póngala, por favor, señores dirigentes.
  2. La inflación no beneficia al ahorro porque potencia lo presente. Combatamos la inflación, señores dirigentes.
  3. El estado consumista va en contra del ahorro y del capitalismo. Es lo contrario. Señores dirigentes, fomenten el capitalismo, que la gente tenga capital, que piensen en el futuro, que confíen en ellos mismos y todo irá bien. 

El ahorro propio evita la pobreza ajena, ésa es la magia del capitalismo.

Alejandro de León

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